viernes, 19 de septiembre de 2008

Malos tiempos para mi Visa

Hasta hace tan sólo un par de meses, cuando la palabra "crisis" se sustituía por diferentes eufemismos y muchos nos tapábamos los ojos ante la realidad a la que ahora nos enfrentamos, yo tenía un empleo con contrato indefinido que me ofrecía cierta tranquilidad, con un horario decente (pese a las horas extras no remuneradas que echaba de vez en cuando) y un sueldo que me permitía combatir el estrés a golpe de tarjeta y a la vez ahorrar un poquitín cada mes.

Pues bien, de repente todo eso se terminó de golpe. La empresa declaró el estado de excepción y toda mi tranquilidad se fue al traste. Los buenos tiempos se habían terminado y la situación se tornaba, si no difícil, sí molesta.

Así, me he visto obligada a recortar gastos en todas partes; sin embargo, una vez sacudido de encima el esnobismo del que me estaba contagiando en ciertos aspectos y siendo consciente de que puedo seguir disfrutando de la vida sin usar mi tarjeta como llave maestra, he decidido contar mis experiencias para dejar claro de una vez por todas que, a pesar de lo manido de la expresión, el dinero no da la felicidad.

1 comentario:

Adegea dijo...

Ay, espero que puedas estirar la indemnización y encontrar otro buen trabajo.
Igual ya la conoces pero me permito pasarte un link que visito a menudo para coger ideas e intentar no dejarme arrastrar tanto por el consumismo:
http://frugalliving.about.com/

Un saludo.